Una sustancia azucarada producida por las abejas obreras, a partir del néctar de las flores o las secreciones azucaradas de otras partes vivas de las plantas, que las abejas recogen, transforman, transportan y almacenan en los panales de la colmena.
La miel es una solución altamente concentrada de glucosa y fructosa, más un pequeño porcentaje de otros azúcares: Sacarosa, maltosa, trisacáridos y compuestos menores (minerales, ácidos orgánicos, proteínas, aminoácidos, aminas, inhibinas, vitaminas, pigmentos, polen, etc.).
COMPONENTES | PORCENTAJE |
Agua | 17-22 |
Fructuosa | 38,20 |
Glucosa | 31,28 |
Sacarosa | 1,31 |
Maltosa y otros disacáridos | 7,31 |
A Totales calculados como a. Glucónico | 0,57 |
Proteínas | 0,26 |
Minerales | 0,17 |
Componentes menores | 2,21 |
Ph | 3,5-4,50 |
Densidad | 1,40 |
- En su composición entran azúcares simples (glucosa y fructosa), que no necesitan ser transformados para incorporarlos al torrente sanguíneo. Estos carbohidratos tienen un alto valor energético (330calorías), demoran sólo 15 minutos en ser asimilados por el organismo.
- La miel ejerce una importante acción dinamógena, un ligero efecto aperitivo, facilita la digestión y la asimilación de otros alimentos, tiene propiedades como laxante, sedante, antitóxica, antiséptica, anti anémica, febrífuga y emoliente.
- Por lo que se recomienda su consumo en la dieta de ancianos, deportistas, niños y personas con intensa actividad física.
La presencia de minerales como el hierro favorece la formación de hemoglobina; además del cobalto y manganeso que al unirse al hierro aumentan la hemoglobina en sangre. - Ello ha sido demostrado al realizar estudios de la miel sobre la anemia; evidenciándose que esta, además, contribuye a un aumento considerable del peso y la fuerza muscular.
- La miel ejerce gran influencia en la absorción de calcio, además de retener ligeramente el magnesio.
- La actividad anti-microbiana de la miel tiene dos orígenes:
La misma abeja, es capaz de producir el agua oxigenada, un potente antiséptico.
La fuente floral, donde la actividad antiséptica esta atribuida a toda una serie de compuestos químicos.
La acción antibacteriana de la miel puede estar determinada por cuatro factores:
El efecto osmótico de la miel.
Las condiciones de híper tonicidad.
La acidez- El pH de la miel.
El peróxido de hidrógeno o agua oxigenada (H2O2).
El efecto osmótico de la miel: Es hipertónico, puede explicar en pate sus características antisépticas. Este efecto proviene de los azúcares simples (la glucosa y la fructuosa) que interaccionan fuertemente con las moléculas de agua contenidas en las bacterias.
Las condiciones de híper tonicidad: Son de hecho las responsables de la lisis de la membrana bacteriana, produciendo primero la inhibición del crecimiento y en consecuencia la muerte del agente bacteriano.
La acidez – El pH de la miel: Explican las características antisépticas. El efecto de la acidez es principalmente debido a la presencia del sistema glucono-lactona / ácido glucónico que resulta de la actividad enzimática presente en el néctar.
- Este sistema contribuye a la actividad antibacteriana de la miel contra: Corynebacterium diphteriae, Bacillus cereus, Escherichia coli, Salmonella, Pseudomonas aeruginosa, Streptococcus pyogenes.
- El peróxido de hidrógeno o agua oxigenada (H2O2); también conocida de inhibina. El peróxido de hidrógeno es extremadamente agresivo contra las bacterias. Su presencia es atribuible al sistema Glucosa oxidasa-Catalasa.
- La glucosa oxidada actúa de manera específica sobre la glucosa en presencia de oxígeno, con la producción de agua oxigenada. Y ésta, a su vez, enseguida será descompuesta por la catalasa en oxígeno y agua.
- Loa factores “no-peroxídicos” (la pinocembrina de la miel, el ácido siríngico, el ácido 2-hidroxifenil-propiónico, el 1,4-dihidroxibenzeno, los componentes volátiles) son también activos contra las bacterias. La flor puede también transmitir a la miel toda una gama de flavonoides y de ácidos fenólicos activos, reconocidos por sus propiedades antibacterianas.
Los valores nutritivos, medicinales y biológicos de la miel de abejas, han sido probados por rigurosos estudios científicos.